Improvisación absoluta y una nueva derrota de Newell’s
La ‘Lepra’ exhibió una imagen lamentable frente a Banfield y perdió por 3 a 0 en la segunda fecha del campeonato. Jugadores que no rinden, una idea táctica que no se entiende y un panorama sombrío.
- Deportes
- Ene 27, 2025
Increíblemente, Newell’s hoy está mucho peor que en el 2024: con menos plantel, con un equipo aún más alejado de la idea de juego de su entrenador y con nulo margen de tiempo para reaccionar.
Este lunes, la ‘Lepra’ volvió a demostrar una pésima imagen y perdió contundentemente por 3 a 0 frente a Banfield, sumando su segunda derrota consecutiva en la segunda fecha del Torneo Apertura de la Liga Profesional.
La falta de alternativas en el plantel volvió a quedar expuesta no solo por el muy flojo rendimiento de los refuerzos y de los jugadores que ya estaban en el club, sino también por los malabares que tuvo que hacer el director técnico Mariano Soso para acomodar el equipo ante cada modificación.
Así, en el partido Newell’s cambió cuatro veces su dibujo táctico defensivo entre línea de 3 y línea de 4, haciendo que por ejemplo su volante defensivo, el juvenil Luca Regiardo, jugase de cinco, de líbero y de stopper por derecha a lo largo de los 90 minutos, mientras que el zaguero central terminó siendo un cinco (Juan Méndez) y el cinco terminó siendo un mediocampista de juego (Éver Banega).
A su vez, y al igual que frente a Independiente Rivadavia, el banco de suplentes no ofrece ningún nombre que sea garantía de poder modificar las cosas y dicho peso termina recayendo sobre juveniles como Fabricio Tirado o Giovani Chiaverano.
Desde el arranque del primer tiempo se notó a un rojinegro totalmente falto de ideas para armar las jugadas de ataque, costándole mucho poder salir con pelota dominada sin caer en la presión de Banfield o en fallos individuales puramente propios.
Aún a pesar de eso, y mientras pudo aguantar los embates del ‘Taladro’, la ‘Lepra’ llegó a contar con ocasiones de gol gracias al enorme rendimiento de Mateo Silvetti, primero dejando con un toque solo a Tomás Jacob (quien se proyectó y disparó al arco en lugar de buscar a Juan García) y luego con otro jugadón en donde Gonzalo Maroni no pudo definir en soledad y el propio Jacob, llegando en posición ataque, no podría vencer a Facundo Sanguinetti en el rebote.
Apenas unos minutos después de esta última chance se rompería el marcador, debido a un penal inexistente que el árbitro Sebastián Martínez, sobrino de Federico Beligoy, cobró sin recibir comunicación del VAR, amonestando además a dos jugadores. Para no dejar dudas sobre su desempeño lamentable, dos minutos después no cobró un tiro libre para Banfield que hubiera significado una expulsión a Luciano Lollo.
Con el partido uno a cero, Maroni volvió a desperdiciar una chance clara y minutos más tarde Banfield se lo haría pagar caro de vuelta, con Agustín Alaniz haciendo un jugadón ante la floja marca de Luca Sosa, la desarmada salida de Lollo y la floja reacción de Josué Reinatti para poner el 2 a 0.
Del segundo tiempo, mejor ni hablar. Newell’s cambió de esquema táctico por lo menos cuatro veces en 45 minutos, luciendo permanentemente confundido con cada uno de ellos.
Solamente el siempre destacable Silvetti y el ingreso de Nazareno Funez se pueden considerar como puntos positivos de una noche para el aplazo, otorgándole también crédito a Regiardo por su esfuerzo y polivalencia.
Después, ninguno de los refuerzos que jugaron este lunes cumplieron un papel decente: Alejo Tabares volvió a quedar muy expuesto al tener que cubrir toda la banda, siendo que en All Boys solo se desempeñaba como lateral izquierdo; Maroni todavía no parece saber qué puesto tiene que ocupar en la cancha; Sosa tuvo un pésimo partido con los pies, errando varios pases, y no fue bueno tampoco en la marca; y Lollo quedó pagando en varias oportunidades por la descompensación defensiva general y quedó expuesto al ser reemplazado en el entretiempo.
Ni Sosa ni Lollo se acercaron al rendimiento de Víctor Velázquez, ni Maroni al de Matko Miljevic, ni Tomás Jacob al de Armando Méndez, ni Tabares al de Ángelo Martino, ni hubo un cinco como Rodrigo Fernández Cedrés, ni un nueve que demostrara más que Juan Ramírez.
Como se marcó en el partido pasado, llama profundamente la atención como en un plantel que ya de por sí no tenía muchas variantes dejara ir así sin más a jugadores que ya habían demostrado algunos rendimientos en momentos difíciles, como así también se expone aún más la sensación de que fueron decisiones más políticas que futbolísticas.
Lo cierto es que este equipo hoy por hoy está muy lejos de funcionar y necesita aún varios refuerzos, tanto capaces de dar seguridad en las bandas como de generar juego y de definir jugadas, y que ni la presencia de Keylor Navas hubiera podido evitar la derrota en un partido como el de hoy.
El tiempo apremia, el torneo es corto, el cierre del libro de pases es inminente y Newell’s necesita conseguir urgente jugadores, al mismo tiempo que consolidar una idea táctica y una consistencia que aguante los 90 minutos sin desmoronarse.