JUEVES, 13 DE FEB.

Preocupación en Gualeguay por el crecimiento exponencial de los casos de cáncer

Quienes vienen denunciando hace largos años a la empresa Soluciones Ambientales, encargada de la incineración de residuos peligrosos, no dudan en acreditarle la máxima responsabilidad de la escasa calidad de vida del lugar.

 

Las historias se repiten una tras otra, los testimonios se entrelazan compartiendo la misma matriz, el avasallamiento a los derechos humanos se multiplica cuando lo que se vulnera es el ambiente. Si bien aquellos que toman la valiente y digna decisión de denunciar los atropellos a la salud se encuentran amparados en la Constitución Nacional, los anticuerpos del Estado y el privado no tardan en aparecer para desactivar todo atisbo de repudio.

Gualeguay es una bonita ciudad entrerriana distante a unos 180 km aproximadamente. Lamentablemente, su exuberancia natural se ve minimizada ante los profundos impactos ambientales que padece ese terruño que supo ser amigable con el entorno. A las fumigaciones con agrotóxicos, se le ha sumado la imposibilidad manifiesta de poder respirar aire puro con la más absoluta libertad, incluso en lugares donde la polución no debería hacerse presente.

El Grupo Quimiguay (Soluciones Ambientales) viene conviviendo con los reclamos desde el momento de su habilitación en 2001, allí se procesarían residuos industriales, por ende, peligrosos, provenientes de distintos lugares. Esta empresa se instala sobre la ruta 11 camino a Victoria, a muy pocos kilómetros de nuestra ciudad. Logran operar después de que el Estado les otorgue la habilitación de suelo, para posteriormente avanzar en la definitiva.

Es en el preciso momento que la planta comienza a operar, que los fuertes olores se hacen presentes en la zona generando distintas patologías a nivel salud. Dolores de cabeza, irritación en garganta y ojos, problemas respiratorios y otras afecciones son producto de los gases que emana esta empresa. La cantidad de enfermos oncológicos en Gualeguay se ha incrementado de manera alarmante sostienen quienes no se resignan a pasar se un número más en una deshumanizante planilla de Excel.

Daniel González es un ex trabajador de la empresa que pagó con su salud el haber llevado adelante tareas en esta firma. En diálogo con Conclusión indicó que “en Gualeguay la contaminación y los problemas de salud van empeorando sostenidamente. El humo que emana la planta de Quimiguay (Soluciones Ambientales) es sumamente penetrante, días tras días nos vamos anoticiando de los muchos casos de leucemia y cáncer de piel en personas jóvenes y lamentablemente de la pérdida de vidas.”

Tanto las denuncias, como el inocultable impacto a la salud, transitan décadas de desentendimiento político y mediático. La instalación de este tipo de empresas en territorios de escasa visibilización, donde el propio estado termina siendo rehén de los menesteres de las mismas, se replica en todos los puntos cardinales del país. “El municipio de Carbó, donde está instalada Soluciones Ambientales, es cómplice de todo lo que viene sucediendo. Cabe mencionar que el presidente comunal Rodolfo Romero, en noviembre de 2024, habilitó nuevamente a la empresa a funcionar por al menos dos años más. Sin inspección previa y a las apuradas, de esta manera se toman las decisiones en beneficio de unos pocos y en detrimento de las mayorías”, indicó González.

La necesidad del compromiso político a la hora de comprometerse con una realidad imposible de solapar, pese al silencio mediático, es premisa fundamental para que aquellos que habitan Gualeguay puedan respirar sin miedo. “La intendenta Dora Bogdan se comprometió a ser querellante en la causa, pero hasta el día de la fecha no tenemos ninguna novedad al respecto. Junto al abogado ambientalista Ricardo Luciano, quién reside en Gualeguaychú, seguiremos peleando hasta las últimas consecuencias. Tarde o temprano a esta empresa la van a clausurar como sucedió en 2012 cuando se encontraba dentro de Gualeguay en ruta 11. Pero la pregunta es ¿Quién se hace cargo del desastre? Están quemando residuos patológicos y hospitalarios, y a la vez traen agua contaminada con glifosato la cual utilizan para alimentar el horno, esta se evapora y forma parte del combo contaminante que nos obligan a respirar”.

Basta con visitar los alrededores de la planta de Soluciones Ambientales para poder percatarse del apocalipsis ambiental que esta ha generado. No hay planta, insectos y animales que hayan podido mantenerse en pie cerca de la misma. “Cuando el viento nos trae la muerte que emana desde la chimenea de esta empresa, Gualeguay se torna en un infierno irrespirable. El aire contaminado se encapsula tanto en la costanera, como en los distintos barrios de la ciudad. Nuestra ciudad retrocede en todos los sentidos, ahora con el tema de los carnavales Gualeguay se detiene en el tiempo y archiva toda preocupación. Considero que la intendenta vive en una realidad que no es la de los habitantes de este lugar, es una vergüenza, es insostenible, pero lamentablemente todos se quejan por la multiplicación de las muertes por cáncer, pero al momento de realizar una protesta somos siempre los mismos los que ponemos el cuerpo”.

Bajo las reglas de este juego perverso, Gualeguay se ha convertido en la capital de los malos olores, en el epicentro nacional de una competencia que podría denominarse “respire aire puro, si es que puede”. Distintas organizaciones ambientales, de las cuales participan vecinas y vecinos, no han cesado jamás en la búsqueda de respuestas y soluciones concretas para una problemática de larga data que sigue condicionando la vida de distintas generaciones gualeyas. En el centro de las críticas, siguen estando las mismas empresas que lejos están de reparar en el profundo impacto ambiental que generan cotidianamente.

 

 

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