JUEVES, 13 DE FEB.

Productores misioneros dejaron de vender hojas a yerbateras y piden un aumento en el precio del cultivo

Los agricultores reciben cerca de $270 por cada kilo de hoja verde que venden a los secaderos y, como ni siquiera llegan a cubrir los costos de la cosecha -que se estiman en $350 por unidad- piden una urgente recomposición en los valores. Mientras tanto, el precio de góndola para los mil gramos promedia los $4.000.

 

Productores de yerba mate realizaron protestas en diferentes localidades de la provincia de Misiones durante los últimos días, para exigir una recomposición en el precio del cultivo. Actualmente, ganan entre $160 y $270 por el kilo de hoja verde -montos que a veces cobran con hasta 120 días de atraso- y solicitaron que el valor ascienda a $450.

Una de los reclamos más cuantiosos tuvo lugar el pasado martes en la localidad misionera de San Pedro -ubicada a 250 kilómetros de Posadas-, donde los productores montaron su protesta sobre la Ruta Nacional 14, justo en el ingreso del secadero de la firma Pérez Hermanos. Allí, los manifestantes impidieron la entrada y salida de camiones cargados de yerba. Sin embargo, también hubo reclamos en Andresito, Eldorado y Aristóbulo del Valle.

En San Pedro los productores se reunieron en asamblea y decidieron no entregar hoja vede a los secadores hasta que no les aumenten el precio del producto que siembran en la tierra. Los agricultores comentaron que, dadas las escasas ganancias que registran, no cuentan con fondos para afrontar los gastos de la cosecha, que son cercanos a los $350 por kilo.

Cabe recordar que mientras el kilo de yerba se vende a unos $4.000 precios en las góndolas -y registra aumentos recurrentes- los productores sólo reciben poco más de $200 por cada mil gramos que venden a las empresas. Por lo tanto, piden la intervención del Instituto Nacional de la Yerba Mate, para que fije un valor en la materia prima y equilibre la cancha.

Los productores temen que, si no se actualiza el precio del kilo de hoja verde, el sector afronte una crisis similar a la del 2001. Ocurre que, mientras el valor del producto que siembran se mantiene estático, los costos de producción se dispararon, por lo que la quiebra se alza como un fantasma para muchos tareferos. A esto se suma la apertura de importaciones de yerba que se fabrica en países vecinos y la caída del consumo interno.

Ante el alarmante estado de la situación, el DNU 70/2023, que el presidente Javier Milei firmó a los pocos días de asumir, volvió a estar en el ojo de la tormenta, dado que desreguló el precio de la yerba y desorganizó al sector. Bajo esta normativa, el precio de la hoja verde dejó de ser fijado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate y pasó a ser negociado por las partes.

Así, los pequeños productores que cultivan la yerba mate debieron sentarse a negociar con las principales empresas que la comercializan. Cabe destacar que diez de estas firmas acaparan más del 70% del mercado. Ante la disparidad de fuerzas, el precio de la materia prima es definido unilateralmente.

Según el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), para que los productores logren una rentabilidad justa, el precio del kilo de hoja verde debería ser de $459, considerablemente por encima de lo que cobran actualmente.

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