VIERNES, 31 DE ENE.

Con el corazón

Sufriendo hasta el final, sin sobrarle nada, con mucha garra y sacrificio, el Canalla consiguió un triunfo clave ante un duro rival, le dio una alegría a su gente en el primer encuentro del 2025 y consolidó su arranque perfecto en este Apertura. Seis de seis para el equipo de Ariel Holan hasta ahora. Jaminton Campaz, la figura del encuentro.

Fotos: Sebastián Granata

Rosario Central dio otro paso firme en su camino que comenzó a andar este año. El segundo consecutivo en el inicio de este recorrido frenético, donde tendrá que sortear varias estaciones en pocos días. Por ello, para el ánimo y el espíritu colectivo, haber arrancado con alegrías invita a renovar el entusiasmo, hacerle espacio al optimismo y, por que no, volver a ilusionarse con recuperar el protagonismo perdido.

Nuevamente, el Canalla dio una muestra de contundencia en este estreno en el Gigante ante Lanús. En el primer tiempo tuvo dos llegadas y concretó ambas. Si bien no le sobró nada, se encomendó a la tarea con mucha garra, enjundia y sacrificio. Trabajó el partido más de lo que lo jugó. Le faltó fútbol, pero le sobró corazón. En esto último se explica esta segunda victoria consecutiva en el arranque de este Apertura 2025.

Central resignó posesión y sufrió cuando le tocó jugar sin pelota, ante este bravo Granate, que tiene jugadores desequilibrantes en ataque y que te puede hacer pasar un dolor de cabeza en cualquier momento. Perdió fácil el balón y le costó recuperarlo, de allí la gran cantidad de infracciones cometidas para cortar los circuitos rivales. Franco Ibarra estuvo muy solo en la contención, y eso se sintió. Le poblaron la mitad y los jugadores ofensivos poco pudieron aportar en la faz defensiva. No obstante, mostró la solidez de casi siempre en defensa, la que permitió que el conjunto de Mauricio Pellegrini casi ni lo inquietara en la primer mitad, a pesar de tener la posesión.

Con el corazón
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Sin embargo, el Canalla encontró la bandera del triunfo en la notable actuación de Jaminton Campaz. El colombiano, mientras tuvo resto físico, estuvo intratable, recordando a su mejor versión de 2023. Hizo lo que quiso con su marcador Pérez. Ahí se explicó la principal virtud ofensiva auriazul. «El Bicho» sacó un golazo de la galera para destrabar rápido la paridad y allí empezó a gestarse la victoria de los de Ariel Holan.

Es que, ya con la ventaja, el cafetero creció en autoestima, se asoció con su socio preferido Ignacio Malcorra -de irregular desempeño- y fue el gestor de cada contraataque. Le faltó mayor colaboración del resto, como Enzo Copetti -de gran desgaste pero todo lejos del arco- y Gaspar Duarte, el cual todavía tiene que formarse como jugador de primera, más allá de las condiciones que se le ven. Aún así, con Campaz solo alcanzó para mantener ocupada a la defensa granate.

Para colmo, en la otra situación nítida en la etapa inicial, Malcorra, de penal, abrió el pie y la colocó en el ángulo de Losada para ampliar la ventaja. Una diferencia importante que permitió irse tranquilo al descanso, pero que no permitía relajaciones porque en el juego el trámite era parejo: la diferencia había estado en las áreas. Eficacia pura canalla.

En el complemento, Central se adelantó unos metros en el campo y empezó a adueñarse de las acciones. Hubo un buen ingreso de Augusto Solari, recuperado físicamente y tomando buenas decisiones con balón. El ex Racing fue clave para oxigenar un mediocampo cansado, y también le dio una mano a Emmanuel Coronel en la contención de Marcelino Moreno, con un Duarte extenuado. Para esa labor también tuvo minutos Lautaro Giaccone, que al menos no pasó desapercibido.

El Canalla siguió desdoblándose en el esfuerzo. Volvió a perder la pelota y, al no sentenciar la historia, la visita se le vino, obligada por las circunstancias. Entró Juan Cruz Komar y sacó todo lo que cayó en el área, mientras que Jonathan Gómez y Maxi Lovera casi ni participaron. Lanús fue, sin ideas, pero encontró el descuento con un buen zurdazo cruzado de Walter Bou que venció la resistencia de Jorge Broun. Quedaba tiempo y el reloj parecía detenerse.

Central se abroqueló y defendió con uñas y dientes la ahora exigua diferencia, con un gran colaboración de toda la estructura. El Granate tuvo la última con un remate que salió desviado y Arroyito estalló en un grito de desahogo y festejo cuando el árbitro Lobo Medina decretó el final. Tres puntos trabajados, luchados pero necesarios para apuntalar un ciclo que recién comienza, pero al cual se le puede empezar a destacar algunas facetas, quedando cosas para corregir y terminar de aceitar.

Victoria fundamental del Canalla, que confirma su cambio de cara en este 2025. Es cierto, recién van dos compromisos y habrá mucho movimiento en estas semanas, pero el hecho de ajustar sobre los triunfos revitaliza a un plantel que venía muy golpeado por el mal 2024. Como conclusión de esta noche tiene la certeza de que está volviendo a aparecer Campaz, que cuando se encuentra bien contagia a los demás y enciende a la gente. Seis de seis, nada mal hasta el momento.

 

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