El rendimiento de la Lepra, cada vez más preocupante

El contexto es alarmante, Newell’s predispone de mala manera a todo el mundo Leproso, es que se sumergió en una tempranera crisis futbolística, por el deficiente rendimiento grupal a partir de las malas decisiones del DT y las carencias individuales que no generan expectativa de mejora a futuro.

En una noche santiagueña para el olvido, el Rojinegro exhibió su peor versión, con desacoples defensivos (principalmente en el complemento) sin volumen de juego, lejos de conseguir asociaciones en el transcurso del partido y con una derrota que se consumó desde el primer gol del Ferroviario.

El único que estuvo a la altura de las circunstancias fue el arquero Keylor Navas, figura excluyente en el elenco rosarino, de no ser por sus notables atajadas, Newell’s hubiera sufrido una derrota por goleada.

La situación es crítica desde todos los aspectos posible para analizarlo, el equipo de Soso luce desorientado, no se entiende lo que pretende el entrenador. Si bien hasta el tanto del Ferroviario, la defensa de la Lepra se mostró bastante confiable, retrasando a los laterales volantes y principalmente dejando al pibe Regiardo cerca de la línea de tres defensores, no consiguió hacerse fuerte en la contra, con un Silvetti, que era la única carta de triunfo.

Pero a partir del gol de Central Córdoba, esa estrategia endeble se derrumbó completamente, porque tenía que salir a buscar el partido y allí se desnudaron todas las falencias tácticas.

El segundo tiempo de la Lepra fue lastimoso en su rendimiento, mal parado, había espacios por todos lados, con muchos errores individuales y estuvo a merced de la efectividad del rival, que no tuvo contundencia y se encontró con un enorme Keylor Navas, que tapó casi todo lo que le tiraron.

Pero jugando mal y todo, Newell’s consiguió el empate pero el tanto fue bien anulado por el VAR por falta de García y ya no había esperanzas para torcer el rumbo del marcador, porque en el juego ya había perdido.

Los números son contundentes, tres puntos de doce posibles, un arranque para el olvido, con el clásico a la vuelta de la esquina.

Pero la bronca del hincha reside en la falta de cambios, Newell’s necesita cambiar una imagen futbolística que se viene repitiendo desde hace más de una década y ese cambio no llega. El simpatizante Rojinegro sigue padeciendo la desidia en las decisiones para mejorar el plantel, los jugadores son limitados y el enojo se multiplica fecha tras fecha.

Un presente sombrío, el futuro es incierto y la Lepra no reacciona, volvió a tocar fondo y parece no encontrar respuestas.