Las tareas se llevarán a cabo durante unos 10 días entre Álvarez Condarco y Schweitzer. En el lugar están retirando con una retroexcavadora los residuos que se arrojan en la barranca desde las casas linderas al arroyo.
“Hay loteos y nuevos barrios levantados sobre territorio inundable, basta ver las imágenes a través del satélite de Google para poder contemplar la tierra negra donde están anclados. Esto es sinónimo de humedad, han comprado terrenos por monedas y lo ofertan a precio dólar”, indicó René Marconi, integrante de la Mesa Intersectorial por el Arroyo Ludueña.
Hace al menos tres semanas que ven aparecer un material grasoso, sobre todo los sábados y domingos a partir del mediodía.
El objetivo es enfrentar problemáticas históricas con una perspectiva socio ambiental, mejorando el entorno y la calidad de vida de más de 500.000 habitantes. El proceso incluye participación ciudadana, evaluación de transformaciones urbanas y el control y monitoreo de la calidad ambiental.
Gracias al vital aporte de un vecino del lugar e integrante de la Mesa del Ludueña, Conclusión accedió a una detallada cronología de un desaire que hoy vuelve a estar en boca de todos. La resistencia de un imprescindible curso de agua a los desprejuiciados negocios inmobiliarios y la siempre presente complicidad estatal.
