La expresidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Adriana Serquis, afirmó que no niegan la posibilidad «de poder empezar a pensar que comercialmente necesitábamos socios de cualquier origen, pero cualquier conformación de empresa que desarrolle este tipo de reactores nucleares tenía que tener la soberanía del Estado Nacional Argentino».
El referente de los trabajadores de la CNEA, Martín Lofrida advirtió que como en los 90, hay riesgo de que el capital social de todos los argentinos y que se invirtió en el sector nuclear, pase a manos de unos pocos para garantizar sus negocios.
Para el director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología “Argentina tiene un desarrollo de más de 70 años y en 12 meses, el gobierno viene haciendo una política antinuclear”.
Para Carlos Andrés Ortíz, «pocas veces hubo una tan marcada diferencia entre los modelos en pugna en elecciones de Argentina». La situación preocupa al misionero y enciende las alarmas sobre el rumbo a seguir y el destino de Argentina.
Los empleados nucleados en ATE denunciaron que la situación “es crítica” y que de no recuperarse peligrará “el funcionamiento de las centrales de energía nuclear nacionales, por lo que el problema ya no es local y conlleva una importancia estratégica para el país”.
