El Santo Padre recordó el horror del exterminio de millones de personas hebreas que no se puede olvidar ni negar. También a los muchos cristianos, entre ellos numerosos mártires. Dijo «trabajemos todos juntos para erradicar la lacra del antisemitismo y todas las formas de persecución religiosa».
Durante el rezo del Angelus que encabezó este domingo desde el Palacio Apostólico, en la plaza de San Pedro, el sumo pontífice recordó que este lunes 27 se conmemora el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto al cumplirse 80 años de la liberación de Auschwitz.
Si bien el Sumo pontífice elogió las capacidades de la tecnología planteó las preocupaciones sobre el futuro de la humanidad.
En su nueva autobiografía titulada «Esperanza», el Sumo Pontífice también admitió sentir que tiene «una reputación y una estima pública» que no merece. También agregó que no se considera «digno» del rol que ocupa en el imaginario popular.
