El mandatario prometió profundizar los cambios estructurales que inició el año pasado y consideró que esas dichas acciones colocarán al país en la senda de la estabilidad y el crecimiento.
«Vamos a seguir quitando regulaciones. Este año subimos 70 puestos en libertad económica. Pasamos del lote de los peores 35 al medio. Y solamente aplicamos un cuarto de las reformas, todavía nos quedan 3.200 pendientes. Las vamos a ir sacando en la medida en que nos permita el Congreso», señaló en un primer momento el jefe de Estado.
Tras marcar cuales son las prioridades y describir de que artilugios se valió el oficialismo para avanzar con su plan de gobierno, el diputado Nicolás Massot, le corrió la careta y dejo en claro la baja calidad institucional de la democracia argentina.
Los acuerdos son entre La Libertad Avanza y los bloques dialoguistas no solo son centrales para tener los votos en el recinto, sino para tener la mayoría en la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
El funcionario sostuvo que el ejemplo paradigmático del esquema que proponen para «reducir el costo laboral» está presente en la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, donde el sistema «permite transicionar entre un trabajo y otro».
