El servicio de informaciones de la central confirmó que no hubo daños ni heridos a causa del ataque. El artefacto impactó en el techo de uno de los edificios del complejo.
Durante la mañana de este martes se emitió una alerta aérea a escala nacional en Ucrania después de que un avión caza MIG-31, portador de misiles balísticos Kinzhal lanzados desde el aire, despegó de territorio ruso.
Rusia y Ucrania se han culpado mutuamente por el incidente, con Moscú acusando a Kiev de un ataque con drones, mientras que Ucrania dijo que la «negligencia» rusa o un incendio provocado podrían haber encendido el fuego.
El ataque se realizó con un avión kamikaze sin tripulación, señalaron desde la planta, y afirmaron que a pesar de los daños y el posterior incendio que produjo, las operaciones desde la misma “no se han visto afectadas”.
La denuncia fue realizada por la corporación rusa de energía nuclear, Rosatom, que recordó que es la instalación más grande de Europa, con seis reactores. Hubo tres heridos.
