Nissan paralizó su producción de autos en Córdoba y peligran más de 400 empleos
Los 450 empleados que trabajan en el armado de la Frontier, en la planta que la automotriz tiene en Córdoba, fueron suspendidos esta semana y hay incertidumbre sobre el futuro de la producción.
- Gremiales
- Feb 5, 2025
La automotriz Nissan suspendió esta semana el único turno activo que tenía en su planta ubicada en la ciudad Córdoba, según confirmaron fuentes sindicales y gubernamentales. La medida incrementó los rumores de cierre, aunque aún no hubo una confirmación oficial sobre esta medida.
La marca japonesa produce dentro de la planta que Renault tiene en el barrio cordobés de Santa Isabel. Hace años, las dos empresas acordaron una alianza mundial, que actualmente fue disuelta, y habían anunciado inversiones en conjunto, pero el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) manifestó que existe una mala relación entre ambas automotrices.
Los delegados de Smata alertaron que el 31 de diciembre de este año termina el contrato que vincula a ambas firmas, por lo que creció el temor de que una serie de camionetas dejen de fabricarse en el país.
En agosto del año pasado, la empresa japonesa anunció que está negociando una fusión con Honda y Mitsubishi, y semanas después Renault confirmó que en Santa Isabel iba a producir una camioneta compacta (el modelo Niágara), y la tensión entre ambas empresas se acrecentó.
En Córdoba, Nissan produce la pickup Frontier y, a pedido, la Alaskan de Renault. No obstante, en el último tiempo surgió la idea de concentrar la producción de este primer rodado en México: el mismo ya no se fabricaría en Argentina, sino que sería importado desde el norte.
Los 450 empleados que trabajan en el armado de la Frontier fueron suspendidos durante esta semana y crecen las advertencias del sector autopartista sobre demoras en los pagos de Nissan a sus proveedores.
En diálogo con la radio Cadena 3, el secretario general de Smata en Córdoba, Maximiliano Ponce, expresó: “Estamos en un estado de alerta porque si el producto nuevo se va a México, ¿qué van a fabricar aquí? Quedaría fuera de mercado el producto viejo”.
Además, Ponce confirmó algunas demoras en los pagos a proveedores, lo que agrava la situación: “Hemos tenido contacto con varios proveedores y sí, la verdad que les siguen bajando los pedidos”.
La situación afecta a unos 250 empleados que están suspendidos de manera total y a otros 200 que enfrentan suspensiones parciales.
Ponce agregó: “La empresa nunca ha hecho una producción coherente, siempre ha estado con problemas. Hace un año que venimos empujando para renovar los contratos, tratando de sostener los puestos de trabajo”.