Puma despidió a 23 trabajadores y la ola de cesantías se puede incrementar en los próximos días
El gremio del calzado se mantiene en alerta y atraviesa una fuerte crisis con despidos masivos que se profundizó con la apertura de las importaciones.
En las últimas horas, veintitrés trabajadores de la empresa Puma fueron despedidos de la planta que la firma posee en la provincia de La Rioja, y el gremio, la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) se mantiene en alerta ante la posibilidad de que ese número se incremente en los próximos días, señalaron fuentes sindicales.
La industria del calzado atraviesa su peor momento en años y se encuentra entre las más afectadas por las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. Algunos trabajadores de la planta recibieron los telegramas de despido tras regresar de sus vacaciones, lo que incrementó la preocupación sobre la estabilidad laboral y la de sus familias.
El sector se encuentra afectado por la combinación de una disminución del consumo en el mercado interno, y las dificultades para exportar que provoca el tipo de cambio actual, que en muchos casos resta competitividad para ganar nuevos mercados en el exterior.
En noviembre de 2021 Puma había anunciado la incorporación de dos nuevas líneas de producción a su fábrica de La Rioja, que se sumaron a las tres líneas instaladas en el primer semestre del 2021. Hacia fines de ese año la firma alcanzó un récord histórico de dos millones de zapatillas anuales producidas en la Argentina y contaba con unos 500 trabajadores, según fuentes empresarias.
Pero el impacto económico de las caídas en las ventas del sector afecta directamente la productividad en la industria, en los últimos meses, la fábrica del grupo Dass, ubicada en la ciudad de Coronel Suárez, en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires, que producía para marcas como Adidas y Nike, cerró sus puertas y dejó sin trabajo a unos 360 trabajadores.
En tanto que la fábrica de la firma Bicontinentar, situada en el Parque Industrial de la ciudad bonaerense de Chivilcoy, a unos 160 kilómetros al sudoeste de la Capital Federal, despidió a 130 de los 170 empleados.
Desde la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra) se dejó trascender que el gremio se mantiene en alerta, pero hasta ahora solo lograron garantizar que los cesanteados sean indemnizados, pero no pudieron impedir los despidos.