La mamá de la primera nena trans con DNI del país le contestó al Gobierno: «En Argentina no se opera ni se mutila a nadie»
Gabriela Mansilla, mamá de Luana Mansilla, primera niña transgénero en recibir un DNI con su identidad de género a los seis años, expresó su descontento ante las declaraciones sobre las supuestas amputación de genitales y hormonización en niños.
- Nacional
- Feb 6, 2025
Luana Mansilla que hoy tiene 17 años, en algún momento fue la primera niña trans del mundo que pidió cambiar su nombre de nacimiento y recibió su correspondiente DNI a los 6 años. Su madre, Gabriela Mansilla, fue una pieza fundamental para poder lograr este hecho histórico en materia de derechos conquistas en la Argentina. Tras los repetidos ataques de Milei al colectivo LGBTQ+, la activista y escritora destacó que «la mitad de las cosas que dice este señor no son verdad«.
Este miércoles, el Gobierno anunció que eliminará la posibilidad de que menores de edad accedan a tratamientos hormonales o cirugías para la reasignación de sexo. De esa manera, el vocero presidencial, Manuel Adorni, informaba la decisión en conferencia y enunciaba modificación de la Ley de Identidad de Género para prohibir los tratamientos de hormonización y las cirugías de cambio de sexo en menores de 18 años.
Ante esta situación la mamá de «Lulu Mansilla» explicó que la hormonización y los inhibidores de pubertad son aspectos diferentes.
“Los bloqueos puberales tienen una ventana de 2 años para que ese adolescente piense, vaya viviendo de a poquito, se induzca a una pubertad y siempre acompañado de un equipo interdisciplinario. No existe, en Argentina, la hormonización de menores de edad, ni la amputación de genitales”, señaló la escritora, activista LGBT+ y fundadora de la Asociación Civil Infancias Libres.
Ante el anuncio Mansilla destacó que las modificaciones a la norma implican “un retroceso, es una medida sumamente violenta que no considera ni los derechos, ni la salud de estas niñeces. Las personas adultas somos quienes tenemos que velar, proteger y cuidar, de manera amorosa y responsable a estas niñeces”.
Un camino de lucha y amor
La Ley de Identidad de Género brindaba un contexto legal para todo lo que pudiera suceder en cada uno de los espacios donde transitan las niñeces, «como la escuela, un centro de salud o un hospital. Incluso con quienes no querían respetar o no sabían sobre las niñeces trans, la ley nos daba, nos da y nos va a seguir dando, este marco de existencia legal”, explicó.
Según el relato de la madre, esta nueva disposición afectaría negativamente a muchas personas. «Hoy tenemos que pensar que una niñez no va a tener su Documento Nacional de identidad, no va a tener su nombre, ni va a poder constituirse hasta los 18 años. Es sumamente peligroso para el desarrollo de esas niñeces y dificulta el acompañamiento de las familias».
Agregando que la edad en que toda niñez se constituye, empieza a armarse, y a fortalecerse ocurre durante los primeros años de vida, entre los 4 y 5 años. «Allí comienza a manifestarse e identificarse y es ahí donde más hay que acompañar. Las personas trans no son adultas solamente. Empiezan este descubrimiento, esta extrañeza sobre el género asignado al nacer desde muy temprana edad. Lo más indicado y lo que mejor podíamos hacer, es empezar a acompañar desde el inicio, con respeto».
En cuanto a los tiempos, enfatizó que los define cada persona o niñez. “Quien quiera modificar el DNI lo hace. Lo mismo pasa con los inhibidores de la pubertad. La hormonización, que no es lo mismo, y las cirugías, ocurren cuando son mayores de edad. En Argentina no se opera ni se mutila a nadie, no existen las cirugías para menores. Y esto tiene que ver con acompañar el proceso identitario de cada persona».
Parte del comunicado oficial, transmitido por el vocero presidencial Manuel Adorni, señaló que «estas intervenciones son irreversibles y pueden ocasionar infertilidad, problemas cardiovasculares y consecuencias catastróficas en la salud mental». Sin embargo, «no se tiene en cuenta que, por el contrario, al modificar esta normativa, se pone en juego la mencionada salud mental» sostuvo Gabriela.
“Imaginate que yo le tenga que decir a mi hija, ahora, que el Presidente de la nación dijo que ella es un hombre y que no existe. Que hasta los 18, -Luana todavía tiene 17 años- no puede hacer nada con su cuerpo, su deseo, su vivencia, autopercepción, existencia, con su ser. Esto atenta contra la identidad, contra la vida, contra los derechos. Es horroroso”, remarcó la escritora.
Para finalizar, Mansilla pidió a la sociedad “que se informen porque la mitad de las cosas que dice este señor no son verdad. Está desinformando en lugar de informar. Tenemos que tener un poquito más de amor en el corazón”.
“Los derechos nuestros terminan cuando empiezan los de las demás personas. Y si yo tengo que luchar por los derechos de mi hija, entonces el resto no tiene derechos, tiene privilegios. Seamos una sociedad y un pueblo igualitario, justo, con memoria y los derechos humanos no se negocian”, concluyó.